EFE.-El personal sanitario de más de 70 hospitales y centros médicos de Birmania se sumó este miércoles a la convocatoria de desobediencia civil que pide dejar de trabajar en protesta por el golpe de Estado ejecutado por los militares, informaron los organizadores.
Especialistas, enfermeros, dentistas, médicos y otro personal sanitario de 74 hospitales de más de 30 ciudades se unieron hoy al parón en una de las primeras movilizaciones tras la asonada militar del lunes, según una lista publicada en la página de Facebook del Movimiento de Desobediencia Civil.
El Movimiento de Desobediencia Civil fue puesto en marcha por el grupo de activistas Yangon Youth Network, uno de los más grandes del país “como respuesta inmediata” al golpe.
La huelga del personal sanitario llega después de que la noche del martes en Rangún, la mayor ciudad del país, se celebrara con un seguimiento masivo una cacerolada en protesta por el levantamiento de los militares, que se hicieron con el poder tras detener el día anterior a parte del Gobierno, incluida a la líder birmana y premio nobel de la paz, Aung San Suu Kyi.
El partido de Suu Kyi, la Liga Nacional para la Democracia (LND), exigió el martes al Ejército que libere inmediatamente a todos los detenidos durante el golpe y que respete el resultado de las elecciones generales celebradas en el pasado noviembre, en las que esta formación arrasó al obtener el 83 % de los escaños en disputa.