Madrid, 7 may (EFE).- El Colegio de Abogados de Madrid considera que las declaraciones de Alejandra Matamoros, la abogada del rapero Pablo Hasel, en las que denuncia torturas policiales en España, fueron realizadas en un ámbito personal y no profesional, por tanto escapan del control disciplinario de esta institución.
La Confederación Española de Policía (CEP) ha informado en un comunicado de la decisión del Colegio de archivar el expediente deontológico a Matamoros que abrió a instancia de una denuncia de este sindicato policial.
En concreto, la CEP denunció que la abogada había dicho en dos programas de televisión, el 17 y 18 de febrero tras los disturbios en la Puerta del Sol de Madrid por la detención del rapero, que «no condenamos a una persona que se haya defendido de la Policía» y que «por supuesto que hay gente que odia a la Policía mucho», añadiendo que «no solamente lo sé, sino que reivindico el derecho a hacerlo».
Para el sindicato se trataban de declaraciones «impropias de un profesional del Derecho, vertidas con desprecio a la verdad, con un profundo desconocimiento de la realidad y condicionadas por un evidente odio personal ajeno a cualquier objetividad, no representando al conjunto de la abogacía de Madrid».
Sin embargo, el responsable de Deontología Profesional del Colegio considera que «los hechos denunciados se refieren a actuaciones ajenas al ejercicio profesional de la abogacía, a la que se no se extiende la potestad disciplinaria colegial»
Esto es así porque «la Sra. Matamoros profirió sus declaraciones en un acto que nada tiene que ver con su actividad como abogada, sino con la exposición de sus ideas».
Por tanto, el Colegio acuerda el archivo del expediente disciplinario «por tratarse de una actividad por completa ajena al ejercicio de la abogacía, quedando por ello extramuros de las competencias de esta Corporación».
Con todo, la institución sí que destaca que sus declaraciones «no están amparadas por el derecho de defensa de su cliente, rechazándose así (…) el alegato exculpatorio de la interesada» que enmarcó sus palabras en la libertad de expresión de los profesionales de la abogacía. EFE