Madrid, 12 may (EFE).- El Palacio de Cibeles se iluminará de morado este miércoles para celebrar el Día Mundial de la Fibromialgia, según ha indicado la delegada del Área de Cultura y Turismo, Andrea Levy, quien hizo público que padece esta enfermedad hace unos meses como muestra de solidaridad con el resto de personas que la sufren.
En un vídeo publicado en su cuenta de Twitter, Levy destaca al importancia de que la sociedad conozca los síntomas de la fibromialgia «para evitar que las personas que lo padecemos, a veces suframos ese señalamiento por culpa de la incomprensión» y para que desde la sanidad pública «se haga el reconocimiento a esta enfermedad».
Además, señala el doble estigma que sufren quienes padecen esta enfermedad: el los dolores y la «incomprensión» quienes no saben exactamente qué es la fibromialgia.
Por último, la delegada de Cultura y Turismo desea un feliz día de la fibromialgia y agradece «a todas las mujeres valientes que cada día superáis la enfermedad».
Andrea Levy anunció en febrero en un programa televisivo que sufre fibromialgia, una enfermedad crónica que provoca dolor generalizado en todo el cuerpo y constante sensación de cansancio.
Levy explicó que decidió hacer pública su enfermedad después de viralizarse en redes sociales un vídeo de una intervención suya en el pleno municipal del pasado martes, donde en varias ocasiones se trastabillaba y confundía las palabras de su discurso.
«Hay determinados comentarios que ponen en duda mi forma de trabajar, incluso mi forma de ser, mi vida privada, que no responden a una realidad, y a veces nos deshumanizan de una forma brutal en las redes sociales sin pensar en un segundo lo que le pasa o lo que le puede pasar a esa persona«, dijo la edil en una entrevista en Cuatro.
«Yo vivo con un dolor crónico«, aseguró Levy, quien agregó que la medicación que tiene prescrita hace que se le seque «mucho la boca». «Por eso siempre me chupo mucho los labios, y muevo mucho la boca (…) y me cuesta pronunciar, vocalizar bien», señaló.
«Hay veces que yo he estado dos semanas en mi cama casi sin poder moverme», continuó la delegada, al tiempo que subrayó que «no hay que quemar en la plaza pública a alguien porque diga mal una palabra» y que en su caso «salir de casa cada día es un reto». EFE