Madrid, 8 jun (EFE).- El hospital público madrileño Gregorio Marañón ha dado el alta a Naiara, una bebé que recibió en mayo el primer trasplante del mundo de un corazón infantil en parada y con incompatibilidad sanguínea con el donante.
«La niña ha ganado peso, come por boca y no ha sufrido episodios de rechazo a su nuevo corazón«, que le fue trasplantado cuando tenía dos meses de edad en una intervención que se ha convertido en «un hito en medicina» al tratarse de «donante y receptor de niños de muy pequeño tamaño», indica el Marañón este martes en un comunicado.
Tras este trasplante pionero, la bebé ha podido abandonar el hospital en el que permanecía ingresada desde su nacimiento debido a sus problemas cardíacos, aunque tendrá que acudir a revisiones periódicas y tomar inmunosupresores.
El corazón injertado, obtenido en parada, se implantó tras «varias horas de isquemia fría en un centro alejado del hospital donante, algo excepcionalmente descrito», y además había incompatibilidad sanguínea, lo que aumenta aún más la complejidad.
Este tipo de trasplante AB0 incompatible fue puesto en marcha en 2018 por el Gregorio Marañón y, ahora, con la donación en asistolia (parada) para los niños tan pequeños se incrementa posibilidad de un trasplante por encima del 10 por ciento.
Además, la donación en parada procedente de un donante en distinto centro para un bebé de pocos meses, como Naiara, puede convertirse en «la única posibilidad de sobrevivir, ya que para estos niños tan pequeños no hay posibilidad de máquinas de asistencia ventricular que puedan servir de soporte hasta la llegada del trasplante», como sí ocurre en niños de más edad.
A ello se añade la posibilidad de un donante de cualquier grupo sanguíneo, que «abre una gran ventana de oportunidad» para estos bebés.
Aunque la niña tendrá que tomar inmunosupresores para evitar el rechazo a su nuevo corazón, «el resto de medicación se irá retirando paulatinamente y podrá hacer una vida normal, con este tipo de tratamiento y sus revisiones periódicas”, explica en la nota la jefa de Trasplante Cardíaco Infantil del hospital, Manuela Camino.
“Su evolución es muy buena, no ha tenido episodio de rechazo de su nuevo corazón y ha superado un problema de alteración del ritmo del corazón con medicación antiarrítmica», relata la doctora.
“Estamos emocionados; el día del alta de un niño siempre es una alegría enorme porque son pequeños que han estado muy malitos y ahora se pueden ir a casa», y añade Manuela Camino que el caso de Naiara es «muy especial; es nuestra pequeña campeona». EFE