La alta cocina se nutre de la huerta madrileña en un laboratorio pionero

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Fuente: Twitter

Madrid, 11 jun (EFE).- La Comunidad de Madrid pone productos de la huerta madrileña al servicio de la alta gastronomía a través de los Laboratorios de Agricultura Abierta (Agrolab), como el que tiene el chef madrileño Mario Sandoval en su finca El Jaral de la Mira, en San Lorenzo de El Escorial.

Este proyecto apuesta por incentivar la conexión entre el campo y la ciudad para reactivar el sector agrícola de las zonas rurales y periurbanas de la región, ha indicado en un comunicado el Gobierno regional.

«El objetivo que persiguen estos ‘living lab’ es servir de espacios para la transmisión del conocimiento agrícola, fomentar la producción ecológica, potenciar el producto local, formar a nuevos emprendedores y promocionar el empleo y la competitividad dentro del sector agrario de la región», ha señalado la consejera de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad en funciones, Paloma Martín, durante su visita al Agrolab del cocinero madrileño.

Se trata del primer Agrolab de colaboración público-privada que se puso en marcha en agosto del pasado año, tras la firma de un convenio de colaboración suscrito entre el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (Imidra) y la empresa Coque Word S.L., de los hermanos Sandoval.

Martín ha subrayado que esta iniciativa «pionera en el mundo» está dirigida especialmente «a personas interesadas en profesionalizarse, a las que además de formación agrícola sostenible, el Imidra les ofrece asesoramiento para establecerse por su cuenta o, incluso, favorecer su contratación por cuenta ajena».

La finca El Jaral de la Mira ha incorporado a su plantilla, a comienzos de la primavera, una alumna procedente de los talleres del Agrolab-El Escorial, y otras dos alumnas harán prácticas en sus instalaciones la próxima temporada.

El Agrolab instalado en la finca de los hermanos Sandoval cuenta con 1.300 metros cuadrados de extensión en los que, desde hace casi un año se han cultivado un total de 31 variedades de hortícolas de las temporadas de otoño y de verano.

De ellas, 11 son autóctonas de la Comunidad de Madrid y han sido cedidas por el Imidra.

Esta huerta-laboratorio es seguida de cerca por los técnicos del IMIDRA y está formada por cinco parcelas aterrazadas, una de las cuales se ha dedicado a la realización de un jardín de plantas aromáticas y culinarias.

El restaurador madrileño incorpora estas plantas a sus platos, aportando al proyecto regional un valor añadido.

Además, sirven a los investigadores para testar cuáles son las que mejor se adaptan al entorno y a la meteorología de la zona.

Los voluntarios han desarrollado otras actividades ajenas a la huerta como la siembra de una cubierta vegetal en el lago situado dentro de la finca y las plantaciones de jardines de lavanda, de viña de uva de mesa y de garbanzo y guisante.

Con este son ya cuatro los huertos abiertos que están en marcha en la región desde su creación en 2015, tres de ellos en colaboración con los ayuntamientos de Perales de Tajuña, San Lorenzo de El Escorial y Móstoles, en los que han participado desde entonces más de doscientas personas y cincuenta entidades sociales.

Cada mes, dentro de los Laboratorios de Agricultura Abierta, se organizan de dos a cuatro talleres que promueven la adopción de técnicas de cultivo sostenibles, con énfasis en la agricultura familiar y responsable desde el punto de vista social y ambiental.

El proyecto también impulsa el intercambio de conocimientos entre generaciones y el compromiso social, en tanto que el excedente de la producción obtenida se dona a entidades sociales.

Los Agrolab está en consonancia con dos de las líneas estratégicas del Plan Terra de apoyo al campo madrileño, como son el impulso al relevo generacional y la formación a los más jóvenes. EFE

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