
Madrid, 11 mar (EFE).- «La gente está deseando salir de Ucrania, pero se queda en las gasolineras sin dinero para viajar», dice Mónica, la copiloto de uno de los primeros coches del ‘Convoy Esperanza’ que ha salido de la ciudad de Wroclaw (Breslavia), situada en el este de Polonia a las 10:00 de la mañana, con destino a Salamanca para que tres mujeres ucranianas -abuela, hija y nieta- se puedan reunir con su familia en España.
Una de las viajeras -hija y madre de las otras dos-, que es estudiante de inglés y español, le ha contado a Mónica su viaje hasta la frontera con Polonia y los problemas de los miles de personas que se están quedando atrás porque no tienen dinero para el combustible.
En una conversación telefónica con Efe durante la ruta a España, Mónica relata que han llegado a repostar por 2,4 euros el litro de gasolina en Alemania, por lo que entiende que este es uno de los problemas para muchos ucranianos que han abandonado sus casas con pocos recursos.
‘Convoy Esperanza’ es una red solidaria de setenta personas que comenzó el pasado jueves con un encuentro de quince desconocidos a los que reunió una empresaria que creó un grupo de WhatsApp con tres amigos que, a su vez, fueron añadiendo a profesionales de distintos sectores que querían ayudar.
Mónica explica que Wroclaw, la ciudad polaca de encuentro, situada a unos 300 kilómetros de la frontera con Ucrania, está llena de refugiados, está “saturada”, y el grupo ha contado con la ayuda de unos cuarenta estudiantes españoles de Erasmus “que están dedicando todos sus esfuerzos” a ayudar en el albergue en el que pasan los primeros días hasta ser reubicados.
Toda la ayuda que está llegando en camiones empieza a ser “casi un problema”, apunta Mónica, porque ya “hay cuartos llenos de ropa, juguetes o cosas que no se utilizan”.
Por eso Mónica cree que lo que deben hacer los voluntarios que lleguen a estas ciudades polacas es ir con el dinero de las donaciones que se hacen en España a comprar comida y enseres para bebés en los supermercados de estas ciudades y pueblos, que “ahora lo necesitan” y están haciendo “un gran esfuerzo acogiendo a tanta gente”.
Mónica ya sabe cómo van a ser los siguientes viajes de este convoy solidario que va a seguir atendiendo las peticiones de los ucranianos residentes en España que quieren traer a sus familiares, pero no tienen medios para hacerlo.
Por el momento, este primer convoy tiene previsto llegar a Salamanca, Madrid y Valencia el próximo domingo, según las necesidades de cada coche, ya que los vehículos con niños y bebés tendrán que hacer más paradas y puede que tarden algún día más. EFE