EFE.- Con su primer título de un Masters 1000 bajo el brazo y después de haber hecho historia con el triunfo en Miami, un lugar inaccesible hasta ahora para el tenis español, Carlos Alcaraz dio un salto de calidad en su carrera y se instaló entre los mejores del mundo.
El tenista de El Palmar, de dieciocho años, disfruta del éxito acompañado de su equipo y de su familia. Es lo que más valora. Pretende estar al margen del ruido que su crecimiento y evolución ha generado pero no tiene reparo en asegurar que su próximo objetivo es ya un Grand Slam.
Ha sido en el multiusos del Hard Rock Stadium, un majestuoso recinto que sobresale en el suburbio de Miami Gardens, al norte de esta ciudad del extremo sureste de Florida donde este murciano, nacido en El Palmar hace 18 años y 11 meses, ha conseguido el doctorado como jugador.
Cada vez son mayores las miras de Alcaraz que hace un año era el 133 del mundo. Más de cien puestos ha escalado el español que esta temporada ha ganado ya dieciocho partidos y solo ha perdido dos y que consiguió en Miami su primer gran trofeo, un Masters 1000, una categoría que tiene solo por encima a los Grand Slam.
Únicamente Nadal, en las semifinales de Indian Wells, y el italiano Matteo Berrettini, en los dieciseisavos del Abierto de Australia, pudieron con el pupilo de Juan Carlos Ferrero que asumió la dirección deportiva de Alcaraz hace cuatro años y que no faltó a la cita última del Hard Rock Stadium a pesar del reciente fallecimiento de su padre. Ahí estuvo, en el palco.
Acompaña a Alcaraz una madurez impropia de sus escasos años. Es la cabeza la que marca muchas veces la distancia entre un buen jugador y uno grande. La que diferencia a la estrella del fuera de serie. En eso está Alcaraz, el segundo mejor jugador de la temporada (race) por detrás solo de Nadal.
«Cabeza, corazón y cojones». La máxima que le enseñó su abuelo. Las tres ces que nunca olvida Alcaraz que en cada declaración demuestra tener los pies en el suelo. Carlos Alcaraz se ha convertido subitamente en la mayor promesa actual del circuito.