Madrid, 15 abr (EFE).- La Sala Margarita Xirgu del Teatro Español, espacio del Área de Cultura, Turismo y Deporte, acoge todos los viernes a las 21:45 horas las fases previas de la sexta edición del Torneo de Dramaturgia, un certamen en el que ocho obras se enfrentan en combates de dos en dos donde el público decide con su voto al autor vencedor.
La iniciativa es una producción de LaZona sobre una idea original de Jordi Casanovas para el Festival Temporada Alta que tiene como principal objetivo fomentar la visibilidad de los dramaturgos y acercarlos a los espectadores, señala en un comunicado el Consistorio.
El torneo consta de tres rondas: cuartos de final, que enfrentará a los ocho autores por parejas; semifinales y gran final, que se celebrará el 20 de mayo a las 21:45 horas en la Sala Max Aub de Naves del Español en Matadero, con Lucía Miranda y Félix Estaire como maestros de ceremonias.
En cada eliminatoria o combate, se leerán dos piezas y el público, sin conocer de quién es cada texto, determinará con su voto al autor vencedor.
Los dramaturgos invitados a esta sexta edición del torneo son Laura Rubio Galletero, Carlos Be, Ana Carreira, Antonio Morcillo, Ruth Vilar, Nieves Rodríguez, Minke Wang y Paco Gámez.
Tras una edición en 2020 celebrada vía telemática debido a las restricciones de la pandemia, desde 2021 el torneo ha regresado a su formato original con público presencial.
Además, como viene siendo habitual, la mayor parte de los intérpretes que intervienen este año proceden de la bolsa de actores y actrices del Español.
Los ocho autores seleccionados en cada edición son invitados a escribir una pieza ex profeso para competir en el torneo.
Los textos deben estar escritos para dos intérpretes y tener una duración aproximada de cuarenta minutos. Durante la competición, se interpretan en formato de lectura dramatizada por un conjunto de actores seleccionados para poner voz a las diferentes piezas.
Hasta el día de la representación, los dramaturgos no saben quiénes son los intérpretes de sus textos ni los intérpretes saben de quién es cada texto. EFE
