EFE.-Investigadores del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) de Madrid han descubierto que varios análogos de la vitamina D tienen potencial para eliminar el daño genómico que se produce durante el desarrollo de algunas enfermedades relacionadas con la fibrosis.
El equipo, liderado por Alberto Zambrano, del Laboratorio de Biotecnología de Células Troncales y Organoides del ISCIII, ha publicado los resultados del estudio en la revista International Journal of Molecular Sciences.
Los investigadores estudian ahora estos resultados en el manejo de la fibrosis pulmonar idiopática, una enfermedad rara y muy debilitante.
Durante la investigación, el equipo utilizó minipulmones humanos generados a partir de células troncales pluripotentes embrionarias (llamados organoides).
Estos organoides, que intentan imitar la función de los órganos humanos -en este caso los pulmones-, «emulan bastante fielmente al órgano original y sirven, entre otras cosas, como modelo para cualquier enfermedad respiratoria humana, para buscar dianas con interés terapéutico, ensayar la acción de diversos compuestos y avanzar en estudios de medicina regenerativa», explica Irene Chamorro-Herrero, coautora del estudio.
Aunque la vitamina D se suele asociar con el metabolismo mineral y el sistema inmunitario, esta vitamina es capaz de regular multitud de procesos biológicos como el ciclo celular, el proceso de curación de heridas y la fibrosis, un proceso que genera un exceso de tejido conectivo.
La falta de esta vitamina se relaciona con algunas enfermedades, por lo que suplementar su ingesta puede paliar esta deficiencia asociada a muchas enfermedades crónicas, raras e infecciosas.
El problema de una suplementación no controlada y excesiva es la aparición de problemas como la hipercalcemia y la hipercalciuria, por lo que se han desarrollado numerosos análogos de la vitamina D que mantienen sus beneficios evitando estos riesgos; estos compuestos se denominan análogos hipocalcémicos.
Este trabajo, ha confirmado en los organoides que usar estos análogos de la vitamina D permite evitar el daño genómico, en forma de roturas de doble cadena en el DNA, que está relacionado con el inicio de la fibrosis y otras enfermedades.
«Se trata de un trabajo experimental que puede tener una gran aplicabilidad clínica, en el que hemos empleado los minipulmones humanos más avanzados que existen actualmente y que desarrollamos en el laboratorio de forma bastante reproducible», explica Zambrano, investigador principal del trabajo.
De hecho, hay muchos compuestos de la gran familia de antifibróticos que se están ensayando actualmente en el tratamiento de lesiones fibróticas que también están apareciendo en pacientes de covid-19, que recuerdan a las que aparecen en la fibrosis pulmonar idiopática, recuerda el investigador.