Ximena Hessling
Madrid, 16 may (EFE).- Los médicos de Urgencias de los hospitales públicos madrileños, de los cuales un 82 por ciento tienen contratos temporales, lanzan un SOS y esperan que la Comunidad de Madrid se siente a dialogar con ellos para buscar una solución porque, tras dos años de pandemia, «no pueden más».
Dos profesionales de Urgencias cuentan su situación a Efe en el sexto día de huelga indefinida, convocada por las plataformas de Médicos Unidos por sus Derechos (MUD), Médicos y Facultativos no fijos de Madrid, Somos Urgencias Somos Uno y el sindicato Amyts, contra la precariedad laboral.
La doctora Susana Martínez trabaja en el servicio de Urgencias del Hospital La Paz desde que terminó su residencia en 2003, de manera que hace diecinueve años que ocupa el puesto, pero en todo este tiempo no ha tenido la oportunidad de presentarse a una oposición para conseguir la plaza en propiedad.
Después de haberle dedicado «media vida» al trabajo que quería, no le parece «justo» ni «legal» tener que participar en una oposición regular y en un examen general sobre cuestiones que «no son importantes en la práctica diaria» y que posiblemente le resultarán más fáciles a un aspirante joven, en vez de acudir a un concurso de méritos en el que se valore la experiencia, el dominio de la profesión y la destreza en el trato de los pacientes.
En el servicio de urgencias de La Paz, trabajan 54 personas que salvan vidas todos los días y solo una de ellas que está cerca de la jubilación tiene plaza fija, una situación «sangrante» que no se puede resolver con el número «ridículo» de plazas por concurso de méritos que ha ofrecido el Gobierno regional, en opinión de Martínez.
Advierte que la salida de sus puestos de los especialistas con años de contratos temporales no solamente tendrá repercusiones personales y familiares, sino que también supondrá el «desmantelamiento» de la sanidad pública y los pacientes serán quienes sufran las consecuencias de la «mala» gestión de la Administración, que no ha convocado procesos selectivos de manera regular cada dos años.
LA FACTURA DE DOS AÑOS DE PANDEMIA
Los ánimos de los profesionales han quedado «muy tocados», con «secuelas físicas y psicológicas», después de «unos años muy difíciles para todos, pero especialmente para los médicos», por la «guerra» contra el coronarivus, con «la incertidumbre de no saber a qué nos estábamos exponiendo ni qué estaba ocurriendo» y «el miedo al contagio y a llevar el virus a nuestros padres y a nuestras familias», explica.
«Veíamos que la gente llegaba y fallecía. No podíamos hacer nada. Estábamos colapsados. No había respiradores para todos. Nunca habíamos vivido algo así. Era como una situación de catástrofe continua. Ha sido lo peor que hemos vivido en nuestros veinte años de vida profesional», asegura Martínez.
«Los aplausos estuvieron muy bien, pero ahora necesitamos un puesto de trabajo fijo.
No podemos estar en la cuerda floja. No podemos más con la incertidumbre de estar en un puesto temporal después de veinte años», resalta esta doctora que hace un llamamiento a la Administración a estabilizar a los médicos temporales porque redundará en beneficio de los pacientes y de la sanidad madrileña.
La doctora Elvira Contreras es médica adjunta del servicio de Urgencias del Hospital de la Princesa desde 2002, cuando terminó sus cinco años de residencia en Medicina Interna y desde entonces encadenó contratos en el mismo puesto de trabajo hasta 2016 cuando consiguió ser interina tras pasar un proceso de selección.
En su servicio, hay médicos adjuntos, de los cuales tres tienen plaza en propiedad, conseguida por concurso de méritos hace veintidós años, mientras que los veinticinco restantes son interinos de larga duración (desde hace veinte, dieciocho o diez años) y otros eventuales contratados por la covid.
Actualmente y pese a estar en vigor la ley 20/21 -de medidas urgentes para la reducción de la temporalidad en el empleo público-, que contempla la posibilidad de un concurso de méritos, «para corregir el abuso de temporalidad cometido, en este caso por la Comunidad de Madrid, ésta se niega a aplicarla en su totalidad», agrega.
Están ofreciendo «tan solo 85 plazas cuando somos más de 400 médicos los que estamos en esta situación», añade Contreras.
«Esto nos supone una decepción inmensa teniendo en cuenta el sobreesfuerzo vivido a nivel profesional y personal estos dos últimos años de pandemia», afirma Contreras, que se ha visto obligada a secundar esa huelga con la convicción de que está defendiendo «lo justo» para los pacientes y los profesionales.
La Comunidad de Madrid ha ofrecido estabilizar más de 9.500 plazas de distintas categorías en el Servicio Madrileño de Salud (Sermas) por concurso de méritos, de las cuales 1.651 corresponden a médicos, una propuesta que los convocantes de la huelga consideran «insuficiente» para reducir la temporalidad al 8 por ciento en la sanidad, como establecen la ley nacional y la normativa europea. EFE