EFE.-El español Rafael Nadal volvió a demostrar que es el rey de Roland Garros con una victoria en cuartos de final sobre el serbio Novak Djokovic, número 1 del mundo y defensor del título, mientras que su compatriota Carlos Alcaraz, que partía como otro de los candidatos cayó frente al alemán Alexander Zverev.
Nadal y Zverev se medirán por un puesto en la final el próximo viernes, en una rivalidad que domina el español por 6 a 3.
El español dio un golpe al torneo, tiró de los galones que se le suponen al trece veces campeón y demostró que todos aquellos que se obstinan en enterrarle no cuentan con su capacidad de renacer.
Con todo en contra, frente a un rival que traía una racha de 14 triunfos consecutivos, en plena confianza, en el turno de noche que perjudica a su juego directo y de ataque, Nadal demostró que nunca hay que perder la fe en sus opciones.
El español dio una lección de táctica, de adaptarse a las penurias y de sacar partido de sus ventajas, incluida la del público, que acudió en masa a la central de París, atraído por el cartel más impresionante y el más repetido de la historia del tenis.
El capítulo 59 se saldó con una victoria de Nadal, la 29, la 20 en 28 en tierra batida, la once en 18 en Grand Slam, la ocho en diez en Roland Garros.
ZVEREV APEA A ALCARAZ
El rival de Nadal será un Zverev que jugará su segunda semifinal consecutiva tras derrotar a Alcaraz, su primera victoria contra un top10 en un Grand Slam.
El alemán completó un extraordinario partido frente al tenista de moda en París, el jugador más aclamado por la grada que aplaude la frescura y vistosidad de su juego.
Pero al español, de 19 años, le faltó algo de experiencia para contrarrestar el sólido juego de servicio de Zverev, tercera raqueta del mundo, que apenas le dio opciones y se impuso por 6-4, 6-4, 4-6 y 7-6(7).
Elevó el nivel de juego Alcaraz en el tramo final, pero no fue suficiente para desarbolar a un tenista que le saca seis años y muchos partidos entre la élite.
El español detiene su sueño en París precisamente en la misma ronda donde el año pasado había fijado su techo, los cuartos de final que alcanzó en el Abierto de Estados Unidos. Pero si entonces apenas pudo competir, ahora lo dejó todo en la pista.
Una derrota para aprender, sentenció el español, que sin embargo no ocultó que se siente capaz de ganar un grande.
Luis Miguel Pascual
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