Los vientos cambiantes en la zona de Cebreros, al este de la provincia de Ávila, están complicando las labores de extinción del incendio declarado el sábado, al parecer por una colilla mal apagada, que obligó a desalojar el lunes a los 2.100 vecinos del Hoyo de Pinares y que ya ha calcinado 3.500 hectáreas.
Según ha informado este miércoles la Junta de Castilla y León a través de sus redes sociales, después de las labores realizadas por un dispositivo de más de 200 efectivos y numerosos medios aéreos de varias comunidades autónomas y del Gobierno central, el fuego «se mantiene complicado y con vientos cambiantes».
Según ha informado Emergencias Comunidad de Madrid, desde que se declararon ambos fuegos los bomberos de la región han estado trabajando con dotaciones terrestres y aéreas para ayudar a controlarlos.
Ambos incendios se encuentran próximos al límite provincial y se lleva un seguimiento, apoyo y coordinación exhaustivo en comunicación con las dos comunidades, asegura el 112.
El incendio que se declaró el pasado sábado en el municipio abulense de Cebreros, y que hasta este martes había arrasado al menos 3.500 hectáreas en la provincia de Ávila, tiene desde ayer un nuevo frente hacia el municipio madrileño de Valdemaqueda.
Según declaraciones remitidas a los medios de comunicación por el delegado territorial de la Junta en Ávila, José Francisco Hernández, a las 20.45 de ayer se produjo el «salto» del incendio a través de la carretera que «constituye una línea de seguridad» entre El Hoyo de Pinares (Ávila) y (Madrid).
Por otro lado, la Comunidad de Madrid colabora también en la extinción de un incendio declarado este martes al mediodía en el término municipal de Valdepeñas de la Sierra (Guadalajara) y que ha alcanzado nivel 2, por posible afección a bienes de naturaleza no forestal y afección por humo a la población.