Colegio Mayor Elías Ahuja

Madrid, 7 oct (EFE).- El incidente ocurrido en el Colegio Mayor Elías Ahuja de Madrid, tras el que un estudiante ha sido expulsado por gritos e insultos machistas contra alumnas de otro centro, ha puesto el foco nuevamente en si actitudes contrarias a los valores democráticos están normalizadas en determinados grupos o colectivos.

La Fiscalía de Madrid ha requerido a la Policía que le remita toda la información de la que dispone sobre el episodio de insultos machistas que los estudiantes profirieron el domingo contra unas jóvenes de una residencia cercana, cuyas imágenes se han hecho virales.

El ministerio público practica ya las primeras diligencias en el marco de la investigación abierta para tratar de determinar si los cánticos machistas que en las últimas jornadas han sumado numerosas muestras de rechazo desde varios sectores de la sociedad podrían constituir un delito de odio.

Las diligencias de investigación que ha abierto la Fiscalía tienen su origen en una denuncia presentada por Movimiento contra la Intolerancia, con el objetivo de dilucidar si los estudiantes pudieron haber cometido con su actuación un delito relativo al ejercicio de los derechos fundamentales y libertades.

También la Universidad Complutense de Madrid ha abierto una investigación al respecto.

El vídeo muestra cómo uno de los residentes -que ha sido ya expulsado- se asoma a una de las ventanas del colegio mayor y desde allí, a gritos, insulta a las estudiantes del cercano Colegio Mayor Santa Mónica.

«Putas, salid de vuestras madrigueras como conejas, sois unas putas ninfómanas, os prometo que vais a follar todas en la capea, ¡vamos Ahuja!», exclama ese estudiante, momento en el que se levantan al unísono las persianas de todas las habitaciones de la siete plantas de una de las fachadas del colegio y los estudiantes asomados comienzan a proferir cánticos.

La dirección del colegio, adscrito a la Universidad Complutense y gestionado por la orden de San Agustín, ha condenado estos hechos «incomprensibles e inadmisibles» y ha expulsado al autor de los gritos.

La cascada de reacciones ha continuado hoy desde todos los ámbitos.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (PP), ha declinado condenar los hechos explícitamente y ha manifestado su “sorpresa” porque ahora “la Fiscalía esté para investigar esto”, mientras en la Universidad a lo largo de los años se han visto otros incidentes “gravísimos” sin que “la Fiscalía dijera absolutamente nada”.

La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís (Cs), por su parte, ha opinado que los gritos machistas proferidos por un estudiante deben solucionarse “con un expediente disciplinario” en el ámbito educativo, y ha considerado que, en España, “hay problemas mucho más graves” actualmente.

En una entrevista en Catalunya Ràdio, la ministra de Justicia, Pilar Llop, ha recalcado que es importante «luchar con el BOE» contra el machismo a partir de normas «igualitarias» y «democráticas», de «igualdad de género», como por ejemplo la Ley de Convivencia Universitaria, que sanciona la discriminación.

«Normalizar supone justificar, y si justificamos este tipo de violencia verbal lo que estamos haciendo es no combatir el corazón del problema, esa desigualdad, esa falta de valores democráticos», ha añadido Llop.

El ministro de Universidades, Joan Subirats, ha opinado que «es una forma de machismo y de violencia de género revestida de una lógica de tradición» que «no es aceptable» y «no se puede consentir a estas alturas».

Un grupo de alumnas del Sindicato de Estudiantes se ha concentrado hoy para pedir que la Universidad Complutense de Madrid rompa su contrato con el Elías Ahuja por los gritos machistas, y también para anunciar la convocatoria de una manifestación de protesta el próximo lunes.

Con un enorme cartel en el que se leía ‘Fuera machistas y fascistas de la universidad’, las activistas han reclamado además que se expulse a todos los jóvenes que participaron en el vídeo y se incorpore una asignatura de educación sexual en el sistema educativo.

La presidenta del Consejo de la Juventud de España, Andrea González, ha considerado intolerable el incidente y ha llamado a hacer una reflexión sobre cómo deben ser los espacios formativos y “la cultura de la violencia hacia las mujeres” en estos ámbitos.

La vicerrectora de la Universidad Complutense, Rosa de la Fuente, ha dicho que espera que estos hechos sirvan como «punto de inflexión para que todo los colegiales reflexionen sobre la aberración del comportamiento, sobre la necesidad de repensar su rol como individuos y como colectivo en la comunidad universitaria» frente a hechos que se habían repetido otros años: «Salían a la ventana pero nunca una acción tan violenta y tan agresiva en lo verbal».

Para la Secretaría de Mujeres de CCOO de Madrid, lo que ha ocurrido es «consecuencia de las políticas y declaraciones negacionistas que desde la derecha, también desde el Gobierno regional, se vienen produciendo hace tiempo». EFE

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