
Madrid, 12 oct (EFE).- Madrid acogío este miércoles el desfile del Día de la Fiesta Nacional que recupera el brillo de los años anteriores a la pandemia y en el que más de 4.000 hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas marcharon por el paseo de la Castellana, junto a 150 vehículos y 84 aeronaves que sobrevolaron los cielos de la capital.
Por segundo año consecutivo, don Felipe ha presidido la parada militar acompañado por la reina y por la infanta Sofía, ya que la princesa Leonor se encuentra en Gales (Reino Unido), donde estudia el bachillerato en un internado.
Los reyes llegaron alrededor de las 11:00 horas a la plaza de Lima, recibidos con honores militares, tras lo cual don Felipe pasó revista al Batallón de Honores de la Guardia Real.
Posteriormente, los monarcas saludaron a las autoridades, encabezadas por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que asiste junto a 17 de sus ministros, y a los presidentes autonómicos, salvo, como es habitual, el de Cataluña, Pere Aragonès, y el lehendakari, Íñigo Urkullu.
El Poder Judicial no ha estado representado con una figura visible en los actos, toda vez que el presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes, no asistio tras haber presentado su dimisión.
La parada comenzó con un salto paracaidista de efectivos de la Brigada Paracaidista portando la enseña nacional. Ha habido unos breves momentos de tensión cuando la bandera de España se le ha enrollado en la pierna, un percance que ha solventado en pocos segundos.
Una tradición que se lleva manteniendo durante más de cuatro décadas y para la que los paracaidistas de la PAPEA, formada por 18 hombres y una mujer, están más que preparados. Concretamente, cada uno de ellos realiza un total de 500 saltos al año, y los más veteranos llevan, sobre sus espaldas, un total de 10.000.
Tras el izado solemne de la bandera, se rindio homenaje a los que dieron su vida por España, momento en el que, como es tradicional, comenzó el desfile aéreo que protagonizaron 84 aeronaves (58 aviones y 26 helicópteros) y que cierra la pasada de la ‘Patrulla Águila’ pintando los cielos con los colores de la bandera nacional.
A partir de ese momento, y durante una hora y media, desfillaron más de 4.000 militares, alrededor de 150 vehículos y cerca de 220 caballos.
Tras el desfile, los reyes Felipe y Letizia se trasladaron al Palacio Real para la tradicional recepción a las altas autoridades del Estado y a representantes del mundo político, económico, social y cultural.
Al igual que el desfile, la recepción se ha recuperado tras dos años en los que se ha visto afectada por la pandemia; en 2020 se canceló y el año pasado se celebró, con una lista de invitados muy reducida, en el Patio de Armas del Palacio y sin cóctel posterior.
Los reyes ofrecen en el Palacio Real una recepción con 2.500 invitados
Los reyes Felipe y Letizia han recuperado este miércoles la tradición de ofrecer en el Palacio Real una recepción conmemorativa del Día de la Fiesta Nacional, que había sido interrumpida por la pandemia.
A la recepción han sido invitadas más de 2.500 personas entre autoridades y sociedad civil que han saludado una a una a los reyes en el Salón del Trono antes de pasar al Comedor de Gala para un cóctel en el que han podido charlar de manera distendida.
El año pasado, la lista de invitados se limitó a 500 y no se sirvió cóctail para que los asistentes no se despojaran de sus mascarillas.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha encabezado el saludo, seguido por los miembros del Gobierno y representantes de los Poderes del Estado.
Presidentes de comunidades autónomas, dirigentes de los grupos políticos, Congreso de los Diputados, Senado, Tribunal Constitucional, Consejo de Estado, Tribunal de Cuentas, Fiscalía General del Estado y Defensor del Pueblo, así como personalidades, procedentes de todas las esferas sociales de la vida pública nacional.
Estaba prevista la ausencia de Carlos Lesmes, cuyo cese por renuncia como presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo publica hoy el Boletín Oficial del Estado (BOE) por lo que, por vez primera, el Poder Judicial no ha estado representado por una figura visible.
Como ya es habitual, tampoco han asistido los presidentes de Cataluña y País Vasco, Pere Aragonés e Íñigo Urkullu.
Tras el saludo, todos los asistentes se han dirigido al Comedor Real del Palacio para participar en un cóctel distendido en el que tradicionalmente se producen encuentros y conversaciones de interés.