Madrid, 16 nov (EFE).- Un estudio del Imdea Alimentación, la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y el Ciberesp revela que el pescado azul puede prevenir y mejorar el dolor en personas mayores, ya que algunos de los nutrientes que aporta (como la vitamina D y las grasas omega-3) se asocian a menor incidencia y a una «mejor evolución del dolor» entre los mayores de 60 años.
El equipo de investigadores detalla en un comunicado que la vitamina D tiene acciones sobre el metabolismo óseo, la inflamación y la regulación del sueño, mientras que las grasas omega-3 tienen acciones antiinflamatorias y analgésicas.
Para alcanzar sus resultados, que han sido recientemente publicados en las revistas Nutrients y Clinical nutrition, han utilizado los datos de la cohorte Enrica Seniors-1, compuesta por 950 personas mayores de 60 años procedentes de toda España, a las que monitorizaron durante cinco años.
Al analizar la información, los investigadores comprobaron que un mayor consumo de pescado azul (entre una y dos raciones a la semana) se asociaba con un riesgo un 32 por ciento más bajo de aparición de dolor después de cinco años, así como con una probabilidad un 30 por ciento menor de empeoramiento del dolor.
Destacan que solamente el consumo de pescado azul, y no el de pescado blanco, se relacionara con un menor riesgo de dolor; y apuntan que estas diferencias probablemente se deben al mayor contenido en vitamina D y grasas omega-3 del pescado azul, ya que estos dos nutrientes también se asociaron con menor incidencia y mejor evolución del dolor.
Los investigadores apuntan que -aunque “con la cautela necesaria”, al tratarse de un estudio sólo en personas mayores– estos nuevos datos apoyarían el consumo de pescado azul (así como la ingesta de vitamina D y grasas omega-3) como herramientas para la prevención y tratamiento no farmacológico del dolor. EFE