Madrid, 28 ene (EFE).- Cientos de personas se han manifestado este sábado para expresar su rechazo a las obras de remodelación que está llevando a cabo el Ayuntamiento de Madrid en el parque de Aluche, donde «gran parte» de los suelos naturales de este pulmón verde han sido sustituidos por zahorras compactadas.
Convocados por la Asociación de Vecinos de Aluche, la protesta ha reunido este mediodía a unas mil personas, según ha indicado a EFE la presidenta de la asociación, Ana del Rincón, que tacha de «barbaridad» la actuación del consistorio.
Colectivos vecinales y ecologistas denuncian daños en el arbolado, eliminación de zonas verdes y empobrecimiento del suelo, por lo que reclaman el cese inmediato de la tendencia de la Administración municipal «a sellar áreas ajardinadas que se está aplicando de manera sistemática por toda la ciudad»
‘Medio Ambiente culpable, Junta Municipal responsable’, rezaba la pancarta de cabecera de la manifestación, que ha recorrido el parque para comprobar las «deficiencias» de los trabajos que se están ejecutando.
Las obras que se está llevando a cabo afectan a algo más de una tercio de las 15,96 hectáreas del parque y consisten, según el proyecto de ‘Mejora del Parque Aluche y creación de un área de juegos inclusivos’, que cuenta con un presupuesto de más de 570.000 euros, «en pavimentar, mediante el uso de zahorra artificial, eliminando alcorques, zonas verdes y suelo natural», sostienen.
«El uso tan amplio de la zahorra se debe a que se le atribuyen varias cualidades: Es un material relativamente económico, tiene gran versatilidad, es sencillo trabajarla, no hay dificultad para obrar con ella, ya que sólo es necesario saber su granulometría y humectación para una aplicación correcta, su mantenimiento es sencillo, y además tiene una compactación elevada», explicaban los colectivos vecinales y ecologistas esta semana en un comunicado.
Opinan que todas estas ventajas hacen que las empresas y licitadores de obras le salga rentable su uso. «Prefieren abaratar costes que realizar un tipo de jardinería más natural y ecológica, que sale algo más cara, pues requiere de la aplicación de nuevas técnicas de actuación, más horas de trabajo y más personal en plantilla».
El Ayuntamiento de Madrid, añadía la nota, defiende la operación alegando que el uso de dichas zahorras mejorará el drenaje de agua impidiendo la formación de charcos y barro en superficie.
«Existen serias dudas ante este hecho, dado que el sustrato comprimido contribuye al sellado del suelo. Esto además ejemplifica la razón por la que se están realizando estas obras, que no buscan la mejora del parque como área ajardinada, sino facilitar el mantenimiento del mismo ante la acumulación de aguas pluviales», explicó a EFE esta semana por teléfono Luciano Labajos, experto en árboles y portavoz de Ecologistas en Acción.
El Consistorio también ha negado que se hayan perdido zonas verdes, ya que defiende que solo se ha actuado en espacios que no tenían plantaciones previas.
Para las organizaciones ecologistas esta afirmación es falsa, ya que las obras incluyen «la eliminación de alcorques corridos y jardineras. Además, los suelos sustituidos, aunque no contaban con plantaciones gestionadas por el Ayuntamiento, al tratarse de suelo natural, tenía una alta presencia de vegetación adventicia o espontánea».
«Todos estos resquicios de naturaleza emergente han sido eliminados por las obras, y el tratamiento del suelo impedirá su reaparición», lamentan.
Y concluyen que la solución para impedir la formación de barrizales debe basarse en la renaturalización del área, con el uso de plantaciones que cubran el suelo empobrecido, fijando el terreno y contribuyendo al intercambio de nutrientes con el subsuelo, regenerándolo y facilitando la infiltración de agua natural. EFE