Madrid, 8 may (EFE).- Los intérpretes de lengua de signos en los institutos de la Comunidad de Madrid iniciarán mañana, martes, una huelga, la segunda en cuatro años, para denunciar el «abandono» que sufren y el incumplimiento de las contratas en su petición de reconocerles como «personal de centro educativo».
Los profesionales que trabajan con el alumnado sordo en centros educativos de la Comunidad de Madrid están convocados a concentrarse frente a la Consejería de Educación mañana, martes, a las 11:00 horas, y el miércoles a las 17:00 horas, junto a paros en la prestación del servicio los días 9, 10 y 11, informa este lunes el sindicato Comisiones Obreras (CCOO).
El sindicato tilda de «abusivos» los servicios mínimos fijados por la Consejería de Educación para limitar el derecho a la huelga de un servicio externalizado, indica en una nota de prensa remitida este lunes.
CCOO explica que junto con el Comité de Empresa han exigido una solución real y efectiva para que todos los profesionales que prestan el servicio queden adscritos al Título V del Convenio Colectivo con los salarios recogidos en el presupuesto, es decir, el correspondiente a 30 horas de trabajo semanal y contratos fijos ordinarios.
Estos profesionales, dice CCOO, presentan las mismas reivindicaciones desde 2019, «que han sido ignoradas por las empresas con la permisividad de la Consejería de Educación», y anuncian que los paros se extenderán a junio «en caso de no alcanzarse una solución a este problema».
«El Gobierno de Ayuso no está considerando este servicio como esencial para garantizar el derecho a la educación de los alumnos y alumnas que lo necesitan. La manera en la que lo están gestionando promueve rotatividad y precariedad, que afectan a la calidad de la educación”, denuncia la secretaria de Enseñanza de CCOO Madrid, Isabel Galvín.
“Las empresas adjudicatarias van pasando una tras otra sin que la Consejería de Educación actúe y obligue a asumir responsabilidades para que se garantice el servicio. Y siempre estamos igual. Incumplen lo dictado y presupuestado por la Consejería de Educación”, según Galvín.
El sindicato explica que cuatro han sido las empresas que han gestionado el servicio de intérpretes, y las cuatro han recibido demandas de los trabajadores por impagos o por no reconocerles aquello que se recoge en los pliegos de la licitación, el reconocimiento como personal de centro educativo, mientras «la Consejería (madrileña de Educación) mira para otro lado”, dice el Comité de Empresa.
Según sus representantes, los contratistas no reconocen a los intérpretes de lengua de signos como trabajadores de centros educativos porque «quieren hacer contratos fijos-discontinuos» y evitar así «asumir el coste de pagar durante el verano las vacaciones generadas por ser trabajador de este tipo de centros», algo que, recalca CCOO, Inspección de Trabajo persigue para evitar el abuso de contratos fijos-discontinuos en los centros educativos.
En este sentido, el comité de empresa recuerda que la memoria económica utilizada para el presupuesto establecido por la Consejería de Educación recoge que los trabajadores deben ser considerados trabajadores de centro educativo y específica claramente que el presupuesto del contrato es suficiente para cubrir las vacaciones de la plantilla.
En septiembre de 2019, la Consejería de Educación anunció un acuerdo con la empresa Eulen de adjudicación urgente del servicio por vía extraordinaria, que ponía fin a la ausencia de intérpretes en 23 centros de ESO y a 125 alumnos con discapacidad auditiva, después de que la licitación del contrato quedara desierta. EFE