Madrid, (EFE).- La escuela pública anterior a 1939 introdujo en España elementos como el recreo, el comedor o las sillas y mesas movibles y ahora, una exposición en Madrid, «Madrid, ciudad educadora. 1898/1938», recupera la memoria de los maestros y la educación republicana.
El Museo de Historia municipal muestra hasta el 1 de septiembre cómo era la educación primaria en la capital en las primeras décadas del siglo XX y en qué consistía el modelo de renovación pedagógica de la Segunda República.
Comisariada por la Fundación Ángel Llorca y fruto del trabajo de documentación de María del Mar del Pozo, esta exposición muestra cómo la salud, la higiene y las actividades físicas entraron en esta época en la escuela, las aulas colaborativas o el uso del juego y el esparcimiento en la educación de los más pequeños.
Para ello, expone en cuatro salas objetos escolares guardados desde entonces por maestros y escuelas, fotografías, recortes de prensa, dibujos de niños o testimonios de maestras para que cualquier visitante pueda saber cómo se enseñaba entonces.
En el catálogo de la exposición será posible acceder al listado completo de todos los centros educativos de la capital hasta 1938 con el nombre de sus directores y directoras.
Estas escuelas trataban de hermanar a los alumnos y crear un «nuevo tipo de ciudadano», el «ciudadano consciente de sus derechos y sus deberes», ha destacado en un coloquio María del Mar del Pozo.
«Para un niño pobre, un niño humilde, saber que era sujeto de derecho era algo tremendamente importante», ha subrayado, poniendo en valor como, también desde las aulas, se enseñaba la solidaridad, «una palabra que tuvo tanta carga que estuvo prohibida después de la guerra y se sustituyó por hermandad».
La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha visitado este viernes la exposición acompañada por el tercer teniente de alcalde y responsable de memoria, Mauricio Valiente y ha mantenido posteriormente un coloquio con la escritora Almudena Grandes y con la comisaria.
Para Carmena, esta exposición muestra que para considerarse ciudadano hay que entenderse a uno mismo con libertad. «Durante muchos años se ha seguido diciendo que la letra con sangre entra y es todo lo contrario», ha subrayado.
Además, la regidora madrileña ha destacado que estaría dispuesta a asumir las competencias en la escuela básica como ocurre por ejemplo con el alcalde de Nueva York.
Por su parte, Almudena Grandes ha explicado su «orgullo» y «melancolía» al ver esta exposición, que a su juicio permite reconstruir la identidad de los madrileños: «Acercarme a cualquier aspecto del proyecto que pudo haber cambiado este país implica ser consciente de lo que se perdió y de ahí la melancolía», ha explicado.
Además, le ha llamado la atención que había «toda clase de máquinas» y elementos científicos en las aulas pese a ser colegios elementales. «Yo nací en los años 60, fui a un colegio de pago que es lo que había y en mi vida vi ni una sola máquina», ha agregado.
La escritora ha criticado «el desprestigio constante de la escuela pública que se arrastra» hasta hoy y que considera fruto «del desconocimiento y de un prejuicio clasista» que a su juicio los responsables políticos «no se han esforzado en corregir». EFE