Agencias.-El Gobierno y la Generalitat han arrancado este miércoles su mesa de diálogo con la idea de seguir hablando periódicamente y trabajar en la búsqueda de acuerdos, aunque el Ejecutivo ha insistido en que muchos de esos avances solo se podrán materializar si hay presupuestos que los hagan posibles.
Casi tres horas ha durado la reunión constitutiva de la mesa de diálogo sobre Cataluña -el órgano al que se comprometieron los socialistas con ERC-, que ha estado encabezada por los presidentes del Gobierno, Pedro Sánchez, y de la Generalitat, Quim Torra.
Y mientras Torra ha puesto sobre la mesa sus dos principales reivindicaciones, autodeterminación y amnistía, y ha dicho no haber encontrado respuesta del Gobierno, la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, ha replicado al president asegurando que Pedro Sánchez le ha dejado muy claro desde el principio que el Gobierno “no comparte ni la autodeterminación ni esos extremos”.
Salir de las posiciones “maximalistas”. Esa es la fórmula que según Montero hay que buscar a partir de ahora para intentar acercar a las dos partes en aquello que les une y tener “perseverancia” buscando puntos de encuentro.
También ha hablado la ministra de buscar “fórmulas imaginativas” para llegar al encuentro. Fuentes del Gobierno hablaban después de dejar a un lado “etiquetas ya consumidas” como hablar de mejoras en el autogobierno.
Para Montero ya es un éxito la propia continuidad de este diálogo, porque según ha recalcado va a permitir “seguir desbrozando y avanzar” en aquellas cuestiones que “permitan construir puentes”.
Y aunque ambas partes han subrayado el buen tono de este encuentro o la “franqueza” con la que según Montero todos han podido hablar, sin posiciones “impostadas”, han coincidido en que sus diagnósticos siguen siendo muy distintos y sus posturas muy alejadas.
La ministra portavoz ha asegurado que sólo se ha hablado de los presupuestos precisamente para recordar a la Generalitat que se necesitan para acometer algunos compromisos, mientras que ha subrayado que no se ha tratado en la reunión la importante votación de mañana en el Congreso, la del techo de gasto, para la que el Gobierno necesita al menos el voto de Esquerra.
Montero ha admitido, en cualquier caso, que confía que el techo salga adelante en el pleno de esta mañana.
Gobierno y Generalitat daban a conocer, antes de las comparecencias de prensa, un comunicado conjunto con el compromiso de las reuniones mensuales, en Madrid y Barcelona alternativamente, y otra promesa: la de que “cualquier acuerdo que se adopte en el seno de la mesa se formulará en el marco de la seguridad jurídica”.
En las próximas semanas Gobierno y Generalitat deberán decidir quiénes forman parte de la delegación más pequeña que representará a cada parte en la negociación mensual. En principio, según Montero, sin presidentes ni vicepresidentes.
Un encuentro lleno de gestos, donde Torra ha comparecido después en la sala de prensa del edificio del portavoz del Gobierno. Una estancia que se reserva para el presidente, los ministros, mandatarios extranjeros y el líder de la oposición, pero que no usan habitualmente los presidentes autonómicos cuando visitan La Moncloa.
Y mientras se celebraba la mesa en el recinto de La Moncloa, fuera de allí varias decenas de policías y guardias civiles, convocados por el sindicato JUPOL y la asociación JUCIL, se han concentrado para reclamar la equiparación salarial de los cuerpos de seguridad del Estado con las policías autonómicas.
Torra aboga por aislar la mesa de las elecciones y los presupuestos
En su comparecencia tras la reunión en Moncloa, Torra ha lamentado la “discrepancia y la distancia” con el Gobierno de Pedro Sánchez a la hora de abordar el conflicto político en Cataluña, que para él se basa en el derecho a la autodeterminación y en la amnistía.
El presidente catalán ha valorado que ha sido un “debate abierto y con libertad de planteamiento”, así como “honesto y franco”, aunque ha dicho que no ha obtenido lo que quería por parte del ejecutivo de Sánchez: “Seguimos sin conocer cuál es la respuesta del Gobierno de España al conflicto político catalán”.
Las diferencias, según Torra, radican en las vías de solución del conflicto, que para el presidente de la Generalitat “nace de una negación de derechos fundamentales” como la libertad de expresión y de reunión, y “por encima de todo el derecho de autodeterminación de los pueblos”.
Preguntado por si, después de la reunión de este miércoles, apoyarán el techo de gasto que se vota esta mañana en el Congreso, ha respondido que le da “tanta importancia a esta mesa de diálogo” que quiere “aislarla de cualquier hecho que pueda afectarla, sean las elecciones catalanas o los presupuestos”.
Aunque ha reivindicado sus carencias: “Mis primeras palabras han sido para reconocer que los que estábamos ahí sentados no deberíamos ser precisamente nosotros sino el presidente (Carles) Puigdemont, el vicepresidente Oriol Junqueras, Marta Rovira y Jordi Sànchez”, ha dicho Torra sobre los independentistas huidos de la justicia o condenados por el Tribunal Supremo.
Y ha añadido acto seguido que “el reconocimiento del exilio y la prisión es importante y necesita encontrar un cauce de entendimiento, también en esta mesa de diálogo”.